Letra: Que no me salpique tu gotita, cerebrito de azufre; me tienes mal acostumbrado y sé muy bien lo que se sufre. La niebla se coló como loca por el desagüe pero yo la dejé libre y lleva aquí desde octubre. Me abrazo al límite que me separa de la mordedura de los tigres. Voy por la avenida como un bucle. Ando convertido en un búnker con los ojos llenos de chicle. Y el mundo a la espera de mi empeine. Mi crimen, deleite. Es de ley que me vaya de muerte cuando no quiero verte. Es de ley que me vaya pa' Marte, es de ley que me vaya para poder amarte, coño. Solo te sueño cuando se hunde mi odio. El mundo, a la espera de que mi mundo propio choque contra ti como un demonio solo para hacer negocio, solo para que puedan ser novios. Pero explota mi casa, los pájaros no vuelan y no sé qué les pasa. Los animales hablan y me gritan cosas. Está diluviando pero no apaga las brasas y hasta el fuego se cansa de quemarme el olvido. Cuando todo se calma: gran paisaje de ruido derruido. Yo voy andando desnudo por el recuerdo borrosísimo que tiene de mí un amigo. Pero me encanta, la vida es un milagro, en este continente, la vida es un milagro. En esta casa, con este animal de compañía, este cigarro, esta familia mía, en esta melancolía del día a día, sí, la vida es un puto milagro, fantasía. La guerra y el mal, qué coño, no existe, no. Nadie muere, y nadie pide, nadie debe. Nadie quiere ver a nadie triste. Aquí está mi sonrisa de hijoputa masticando la agonía con los dientes. A lo mejor explota la noche en millones de soles y nos cubre los montes de luz incandescente y de muerte. A lo mejor es cierto que mañana es viernes, a lo mejor es cierto que se nos acaba el tiempo y el espacio, el sudor y las ganas, las lágrimas, la fuerza y la suerte. A lo mejor es cierto que amanece antes, a lo mejor es cierto que se nos acaba el tiempo y el espacio, el sudor y las babas, las lágrimas la fuerza y la suerte. ©COLECTIVO SHUMARELI, 2021

Letra: Sobre mi cuerpo, en el espejo del flaco, no me hace daño la luz; solo le dejo a mi mano quitarme tabaco. En el espejo del flaco vive con hambre el hombre del saco. Yo no recuerdo haber hecho esa firma de sangre en ese contrato. Todo lo que temo soy yo, todo lo que tengo soy yo. La rabia, la pena y el odio. Un sueño en mitad del insomnio. Y mi egoísta diluvio, y mi pequeño demonio, y mi madre, mi padre, mi hermano, mi hijo no nato, enemigo propio, soy yo. Melodía de tormenta. Mi carne cuenta las gotas que caen. Brotes de luz inundan mi selva; egoísta miseria me traen. Soy yo solo apagando el skyline de mi ciudad muerta, no tengo tiempo, no. Pero qué frío tenemos... Cómo se nos cae de la mano lo que fuimos. En un minuto muy largo nos dura demasiado lo eterno. Pero no me regalo al demonio, no, no me regalo al espejo, no, no tengo tiempo, no. No tengo tiempo. Hey, no sé lo que es el prestigio. He dormido con cadáveres que no sacrificaron pero sacrificaron su sacrificio. He sido un bellísimo precipicio. Un final, un infinito principio, una creencia, un espejismo, un puñetazo con careta de caricia, un no saber cómo recuperar el equilibrio. Hay un ratón en mi plato, mi plato llenito de sopa, y yo con la cara de gato lo noto cuando ya lo tengo en la boca. Me brotan flores en el detergente. Con los ojos secos de la demás gente puedo veros grises, puedo veros dentro de mi propia mente. Ilusiones, destellos, amor mío, tirones de cuello. Mundo roto, mundo nuevo, mundo lleno, demasiado lleno. Yo, que quiero irme y no puedo dejar atrás lo que yo más quiero. Donde tú te quedes, yo me quedo. Donde tú te vayas yo voy volando. No sé qué va a haber allí, pero si el cielo se está nublando no tardaré en asomar la nariz atravesando una nube que me desnude al salir. No soy inmune a nada pero nada me va a retener aquí, nada. Yo voy volando. No sé qué va a haber allí, pero si el cielo se está nublando no tardaré en asomar la nariz atravesando una nube que me desnude al salir. No soy inmune a nada pero nada me va a retener aquí, nada. ©COLECTIVO SHUMARELI, 2021

Letra: Hoy no hay Sol, ya no queda, Hoy no hay Sol, ya no queda, Hoy no hay Sol, ya no queda, Hoy no hay Sol, hoy no. Hoy no hay Sol, ya no queda, Hoy no hay ,ya no queda, Hoy no hay Sol, no queda, Hoy no hay Sol, hoy no. Hey, yo canto igual que canta el mundo. Me encanto yo solito y punto. Desnudo y confundido, así es el asunto... y con todos mis animales juntos. A través de universos imposibles, viajando más allá de lo invisible, cogiendo los pedazos que quedaron del desastre que nos ha dejado hipersensibles. Así de simple, coño, como siempre, jambo. Los niños del parque volando a ras de suelo. Hay un reloj muriendo y nos está mirando con cara de querer decirnos algo nuevo. Pero si no queda nada, ya no queda. Cuídate de tus complejos y tus penas, llórate encima y mójate entera. Pero si no queda Sol, no queda. Hoy no hay Sol, ya no queda, Hoy no hay Sol, ya no queda, Hoy no hay Sol, ya no queda, Hoy no hay Sol, hoy no. Hoy no hay Sol, ya no queda, Hoy no hay ,ya no queda, Hoy no hay Sol, no queda, Hoy no hay Sol, hoy no. Hey, el mundo se me derrama de las manos. El barrio no cabe en la sombra del álamo. La gente no sabe qué digo, qué hago. No sabe qué hago. No, no sé qué hago, no sé dónde miran mis ojos, no sé, no sé dónde esconden sus clavos porque no sé por qué me duele y no sé dónde, y no sé cómo ni cuándo. Y es la calle, el mundo, el germen, el como siempre, cristales eternos, el universo inerte y verde. Igual que verte, entretenerte, igual que serte, estar delante de la suerte y ver que todo es un pastel para comértelo, que todo es cascabel y está avisándote, que todo tiene piel entorno al cascarón, que todo está detrás codificándose. Pero si ya no queda Sol ni frío, pero si no queda nada, nada en el vacío. Si no salgo ya de la espiral, aquí se va cerrando el portal y se va inundando el río. Pero si no queda nada, ya no queda, cuídate de tus complejos y tus penas, llórate encima y mójate entera. Pero si no queda Sol, no queda. Hoy no hay Sol, ya no queda, Hoy no hay Sol, ya no queda, Hoy no hay Sol, ya no queda, Hoy no hay Sol, hoy no. Hoy no hay Sol, ya no queda, Hoy no hay ,ya no queda, Hoy no hay Sol, no queda, Hoy no hay Sol, hoy no. Hoy no hay, no queda.

Letra: Niños de oro, muy mareados, muy cansados de todo, con los ojos desubicados, con las manos cubiertas de lodo. Caminando al imposible, gritando inaudiblemente, sirviendo de algo inservible para un mundo caliente y roto. Niños de oro, muy mareados, muy cansados de todo, con los ojos desubicados, con las manos cubiertas de lodo. Caminando al imposible, gritando inaudiblemente, sirviendo de algo inservible para un mundo caliente y roto. Niños de oro, viajando a favor de la magia, mirando con ojos de chino a la gente que vive debajo del agua. Desarticulando palabras, creando lenguajes, haciendo masajes a las galaxias, mandando mensajes de calma al mundo. Dándole calma al mundo, tapando goteras y lágrimas, haciéndole pasar la página, pasar la página, pasar la página. Nuevo capítulo, otro vehículo con el que nunca llegar al mundo de nunca jamás, al no lugar más profundo. No lugar, no lugar. Niños de oro, empezar a soñar con encontrar El Dorado y jugar con otros niños de otro metal. Niños de oro, querer aprender a desaprender a vivir feliz allá afuera, lejos de la carretera, muchas más cerca del mar. Distopía, horizonte de melancolía, a través de la ventanilla explota una bomba y se hace de día. Nubes rojas, va por detrás la tormenta eléctrica, el sentimiento de culpa, la mística, el fuego y el hambre, la pena y la ira. Nunca decir mentira, siempre limpiar la herida. Niños de oro emprender una huida continua de su propia vida. Siempre de frente a la ruina, nunca quedarse arriba. Niños de oro mirando orbitar un satélite desde la esquina. Dejando que el río se lleve la noche al océano y hasta mañana. Con el hastío viajando en un coche parado a la desesperada. En el vacío flotando, lanzando azabaches y piedras moradas. Niños haciéndose ricos en el país de la nada. Dejando que el río se lleve la noche al océano y hasta mañana. Con el hastío viajando en un coche parado a la desesperada. En el vacío flotando, lanzando azabaches y piedras moradas. Niños haciéndose ricos en el país de la nada. Y solo niños de oro, muy mareados, muy cansados de todo, con los ojos desubicados, con las manos cubiertas de lodo. Caminando al imposible, gritando inaudiblemente, sirviendo de algo inservible para un mundo caliente y roto. Niños de oro, muy mareados, muy cansados de todo, con los ojos desubicados, con las manos cubiertas de lodo. Caminando al imposible. ©COLECTIVO SHUMARELI, 2021

Letra: Me saludó la agonía del mundo real. Estuve solo metido en un coma tres años y medio pero tuve tiempo de reflexionar: Lo que persigo, lo que no existe, lo que me quitan y lo que me dan. Nada era mío, nací de mentira y os hice creer que nací de verdad. Yo fui de metal, fui de papel. Fui la mujer que se fue del hotel. Fui de pladur y de nube. Fui de esa luz un eterno perfume del amanecer. Fui de metal, fui de papel, fui la mujer que se fue sin pagar una flor. Fui de color atonal; un aguacero de miel y limón. No me quite la sombra con esa linterna, se lo suplico. Tiene usted cara de sol. Hace un poquito de ruido su mal corazón pequeñito. Tiene el hocico precioso usted, tiene la sangre muy negra, el color es bonito. Tiene usted ganas de ser esa mierda que siempre soñó desde chico. Este planeta no lleva su nombre escrito. Gira portando un pico, gira, por tanto, un poco más lento, un poco más tonto, y grito y me lo como todo pero no lo mastico. Aprendo y me vuelvo rico y me pongo flaco y después vomito y al mundo cansado le mando mi hipo. Me sabe a metal este mar, sabe letal este paño de cuero estelar. Voy a acabar en el mismo lugar, en el mismo final en el que comencé la tarea de ser y de estar y mirar y tocar y coger y probar lo que sea. Voy a acabar en la fea verdad del aseo del bar ahí haciéndome porros. Que nadie me saque del barro, que no ando pidiendo socorro, que estoy aquí bien, que casi el edén me gotea del morro. Tú dame un cigarro y deja nadar al cachorro, y salte corriendo que quema, cuidao, cuidao, que quema, cuidao, que quema, que quema, cuidao, yo. Mira no sé de qué vais, sois todos muy guais, sois la puta pena que dais, sois to lo que hay hoy. Bueno, chavales, me voy si me dejáis, si me deshago de eso que soñáis. Un harakiri dirá sobre ti cuánta verdad hay en el samurái. Y desde que el mundo con toda su cosa se fue de mi olla a presión, yo ando buscando una luz en el fondo del cuerpo subido a un avión. Yo encuentro metales y piedras preciosas y mucha miseria y carbón. Yo ando buscando una luz en el fondo del cuerpo y acabo en el centro de mi habitación. A saber tu poca sed. Desde ayer no hay luz en aquel sol, no. Desde ayer no hay pez en el mar. Pez que beba de tu sed. Desde ayer no hay. Desde que no estás. Dame jardín. Dime que soy un ser atemporal. En el océano un solo delfín. En el ozono una pompa de fuego la va a reventar ese niño de ahí. Lleva en la mano una lata de cal, lleva en la otra un pequeño fusil. Y en el cerebro anestesia local. Guerra mundial en el ferrocarril. Guerra mundial en el ferrocarril. Y en el cerebro anestesia local. Guerra mundial en el ferrocarril. Y en el cerebro anestesia local. Lleva en la mano un pequeño fusil. Lleva en la otra una lata de cal. En el ozono una pompa de fuego, la va a reventar el chaval! Yo me lo como todo pero no lo mastico. No me mola nada que me toquen el pico. Escucho cómo gritan a través del saco en el que les guardo y les domestico. Veo cómo se va a pique su buque. Veo como les pica pica la boca. Veo como se quita la ropa de duque ese duque. Ese duque, ese duque, ese, edúquese. Y yo que sé. Nótese como cierran la puerta si oyen al lobo. Hay un diamante perdido en el lodo. No es un planeta, no es un electrodo. Ven a pincharme esta cara de globo. Ven a joderme si yo no te jodo. Ven a pesar mi lingote de oro. Ven a por nada y llévatelo todo. Y ven. Vuela, tucán. Toma una miga de pan. Soy un amigo fetén. Fíate, tron. Todo va bien. No volveré a hacerte daño jamás. Arrímate un poco más. Tengo una jaula mu guapa pa ti. Ya verás. Ven, vuela, tucán Ay, qué bonito, qué rico que estás. Me saludó la agonía del mundo real. Estuve solo metido en un coma tres años y medio pero tuve tiempo de reflexionar. ©COLECTIVO SHUMARELI, 2021

Letra: Me sabe como espeso este clima grotesco, todo es una mierda si lo tocas todo con el guante puesto. Afuera llueve pero de un modo siniestro. Asco de clima fantástico vuestro. Camino así de mal por la avenida gris. Escena sideral para salir de aquí, para dormir en el centro del universo y no volver jamás igual de enfermo de lo que me fui. Tengo en la boca un paisaje de Mad Max. Organismo: mapa de Pac-Man, salvadme. Dadme creencia en el karma. Habladme del alba, ponedme en calma, olvidadme ya. Hombre, que se me está cayendo el nombre. Que solo avanzo parpadeante calambre tras calambre. Parezco inalcanzable como el horizonte pero me han visto feliz en mitad del monte. Y son los hijos de la tecno-depresión. Hombres y mujeres en tensión, ataque al corazón. Pseudorevolución, bomba en el holograma. Error en el sistema, meditación y luchas en pijama. Poliamor.com. Dogma de la sinrazón, arte de nada. Óxido que nace en la cuna divina y va haciéndose fuerte a medida que va creciendo vuestro amor por Dios. No hay tiempo, pero no hay prisa. Camina un minuto por mi mesa, camina un minuto y es el único. Camina como yo camino, despacito por el caminito del mosquito que camina por mi mesa. Así de bueno y de bonito, como la eternidad en el eco de un grito. En la madrugada resucito si me toca con un dedo el infinito y me hace dueño de su empresa. Somnoliento, enfilo el horizonte como se lanzan cuchillos para matar el tiempo. Más duro y mucho más dentro, mucho más allá del centro del mundo. Camina un minuto y va tejiendo una chaqueta para darle abrigo a los relojes de planeta. Tiene frio toda la ropa de mi maleta, hoy solo le pido a mi mente que se esté quieta. Camina por mi mesa un minuto, chico, diminuto, sigiloso, bruto. Desde su callar es absoluto como los cristales impolutos. La cama está llena de sudor y semen, llena de ella y llena de sombra, llena de gente que no reconozco, gente que lloró sobre mi alfombra, en el agobio de la no forma. En la mudez de lo que no estorba, allí en esa mezcla de cegueras sordas, en esa tristeza de las cosas, en esa largura tan corta. Yo quiero que salga el Sol, quiero que salga o que se vaya pronto su clon. Buscar en un bolsillo algún antídoto, quiero dormir y no pensar el terror porque el terror es un estúpido. No hay tiempo, pero no hay prisa. Draman. ©COLECTIVO SHUMARELI, 2021

Letra: Debajo del sombrero, la electricidad. Encima de mí, se acaba el oxígeno. Estoy cayendo en picado hacia la ciudad. Os miro desde abajo uniendo vínculos, haciendo cálculos a tiempo real en el cuaderno donde teorizo con el metal. Papel Albal en la cabeza frente al orden mundial. Exhibicionismo occidental tras un cristal. El horizonte emite luz y hay que descodificarla. Las manecillas del reloj las mueve un fantasma con sorna. Cuidao que te pisas el alma al pasar tan rápidamente sobre tu sombra. Estoy quedándome solo a la par que tú, con los dedos llenos de grasa y hormigas que comen. Aquí tenemos muy claro desde la juventud que no nos queda tiempo ya para ser los mejores. Del cielo cae la urbe, edificios inversos, amor de hermano a hermano, de hueso a hueso. Díscolos tranquitensos, nos damos besos y abrazos diariamente por si ya no volvemos a vernos. Vivo en un clima que quema, aquí ya no cabe nadie. Este es el último baile, la última cena. El último problema grave y la falta de aire, y el derramamiento de sangre y el hambre a hombros del hombre, mujer, Planeta Anemia, animales extintos, ojos que sudan el llanto. Lloramos tan distinto en un jodido mismo mundo… Me cago en Dios, qué es esto… Esta partida perdida desde el inicio ya. Y otros por ahí haciendo el indio, y yo quizás obedeciendo al símbolo. No se puede llamar profeta al científico, alguien te avisó de algo, hermano, alguien te lo dijo. Y yo quizás obedeciendo al símbolo, y otros por ahí haciendo el indio. No se puede llamar profeta al científico, alguien te avisó de algo, hermano, alguien te lo dijo. Ya no te queda alternativa ni salida digna, cuida tu rata, comparte comida, llama a tu madre y dile que sigues con vida, que permaneces bajo la última farola encendida del mundo. Y otros por ahí haciendo el indio, y yo quizás obedeciendo al símbolo. No se puede llamar profeta al científico, alguien te avisó de algo, hermano, alguien te lo dijo. Ya no te queda alternativa ni salida digna, cuida tu rata, comparte comida, llama a tu madre y dile que sigues con vida, que permaneces bajo la última farola encendida del mundo. Y otros por ahí haciendo el indio. Y yo quizás obedeciendo al símbolo. Ya, y a cuentagotas llueven los segundos. Un agujero negro en el espíritu. ©COLECTIVO SHUMARELI, 2021