Letra:

Niños de oro, muy mareados, muy cansados de todo, con los ojos desubicados, con las manos cubiertas de lodo.
Caminando al imposible, gritando inaudiblemente, sirviendo de algo inservible para un mundo caliente y roto.
Niños de oro, muy mareados, muy cansados de todo, con los ojos desubicados, con las manos cubiertas de lodo.
Caminando al imposible, gritando inaudiblemente, sirviendo de algo inservible para un mundo caliente y roto.

Niños de oro, viajando a favor de la magia, mirando con ojos de chino a la gente que vive debajo del agua.
Desarticulando palabras, creando lenguajes, haciendo masajes a las galaxias, mandando mensajes de calma al mundo.
Dándole calma al mundo, tapando goteras y lágrimas, haciéndole pasar la página, pasar la página, pasar la página.
Nuevo capítulo, otro vehículo con el que nunca llegar al mundo de nunca jamás, al no lugar más profundo.
No lugar, no lugar. Niños de oro, empezar a soñar con encontrar El Dorado y jugar con otros niños de otro metal.
Niños de oro, querer aprender a desaprender a vivir feliz allá afuera, lejos de la carretera, muchas más cerca del mar.
Distopía, horizonte de melancolía, a través de la ventanilla explota una bomba y se hace de día.
Nubes rojas, va por detrás la tormenta eléctrica, el sentimiento de culpa, la mística, el fuego y el hambre, la pena y la ira.
Nunca decir mentira, siempre limpiar la herida.
Niños de oro emprender una huida continua de su propia vida.
Siempre de frente a la ruina, nunca quedarse arriba.
Niños de oro mirando orbitar un satélite desde la esquina.
Dejando que el río se lleve la noche al océano y hasta mañana.
Con el hastío viajando en un coche parado a la desesperada.
En el vacío flotando, lanzando azabaches y piedras moradas.
Niños haciéndose ricos en el país de la nada.
Dejando que el río se lleve la noche al océano y hasta mañana.
Con el hastío viajando en un coche parado a la desesperada.
En el vacío flotando, lanzando azabaches y piedras moradas.
Niños haciéndose ricos en el país de la nada.
Y solo niños de oro,
muy mareados, muy cansados de todo, con los ojos desubicados, con las manos cubiertas de lodo.
Caminando al imposible, gritando inaudiblemente, sirviendo de algo inservible para un mundo caliente y roto.

Niños de oro, muy mareados, muy cansados de todo, con los ojos desubicados, con las manos cubiertas de lodo.
Caminando al imposible.

©COLECTIVO SHUMARELI, 2021